El deterioro del mercado laboral en los últimos años ha propiciado que nos formulemos la siguiente pregunta: ¿Cómo pueden las empresas crear mejores trabajos para atraer talentos?
De buenas a primeras, no es una interrogante fácil de responder porque de lo contrario las empresas no estarían enfrentando lo que se ha denominado un tsunami de renuncias, junto con la dificultad para contratar trabajadores.
Pero, dicho lo anterior, Zeynep Ton, profesora de práctica en el MIT Sloan School of Management, se ha referido al tema en el conversatorio virtual Work/22 de MIT Sloan Management Review y lo ha hecho apuntando a lo que considera son algunas claves para enfrentar este escenario en apariencia adverso.
Antes de ahondar en su propuesta, Ton ha partido aseverando que ciertamente la mayoría de quienes lideran empresas prefieren ofrecer buenos trabajos, pero que, aun así, en los hechos, millones de personas cumplen funciones a cambio de bajos salarios, horarios impredecibles y poca seguridad.
Lo que Ton observa es que el problema radica en que durante mucho tiempo se ha perdido de vista lo mal que se han puesto las cosas como que para las personas estén agotadas, disconformes y, en consecuencia, abandonando sus trabajos.
La académica dice que es habitual encontrarse con afirmaciones del tipo ‘ya pagamos salarios por encima del mercado’ o ‘tenemos altos estándares de compromiso’ y ‘aun así los empleados se van’.
Entonces, apunta a que el problema se debe a que no están comprendiendo lo que efectivamente esperan las personas de un trabajo.
Y ella se aventura y afirma que hay una serie de necesidades que se deben cumplir, dentro de las cuales están: buenos salarios y beneficios, un horario estable y predecible, proyección, seguridad y protección.
“Sólo después de que esos elementos estén cubiertos, los trabajadores podrán preocuparse por la satisfacción, la pertenencia y el significado”, elementos que hoy aparecen como relevantes a la hora de optar por una oferta laboral.
En su argumento, expone que, a partir de malos salarios, las empresas envuelven a los trabajadores en un círculo vicioso del que difícilmente puedan escapar de no remediar esta situación, pues “dificulta el cumplimiento de las obligaciones financieras, lo que provoca estrés y problemas de salud, lo que reduce la capacidad de una persona para hacer un buen trabajo, generando una alta rotación”.
“No invertir en los trabajadores crea otro círculo vicioso para las empresas”, pues la deja en la posición de estar constantemente apagando incendios”, dijo Ton.
Y ¿cuál es la salida a este callejón?
Ton es tajante en afirmar que se necesita un sistema de buenos empleos, lo que implica un compromiso permanente con prácticas que involucren e incentiven las mejoras.
“En la práctica, significa operar con holgura (es decir, a menos de la capacidad total), enfocar y simplificar, y capacitar a los empleados”, dice, aunque matiza que para ello se “requiere una profunda convicción de que la gente común puede hacer cosas extraordinarias”.