Durante los últimos años, investigaciones (como por ejemplo de McKinsey y Credit Suisse) revelan que la conformación de equipos diversos tiene como resultado un mejor desempeño.
Esto se debe a que el convivir con personas de diversas etnias, culturas y género nos desafía intelectualmente y nos conduce a centrarnos más en los hechos que en los marcos referenciales que teníamos previamente establecidos.
A modo de ejemplo, un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology mostraba a un grupo de personas un hecho judicial en el que había un componente racial. En términos generales, los grupos heterogéneos se mostraron más abiertos al debate y proclives a revisar los hechos que aquellos grupos homogéneos en donde primaba una mirada única de la realidad.
Otro ejemplo, pero aún más completo.
“En una serie de experimentos realizados en Texas y Singapur, un grupo de científicos puso a personas con conocimientos financieros en mercados simulados y les pidieron que cotizaran las acciones. Los participantes se agruparon en equipos étnicamente diversos y en otros homogéneos. Lo que se constató fue que las personas que formaban parte de equipos diversos tenían un 58% más de probabilidades de fijar el precio correcto de las acciones, mientras que las de grupos homogéneos eran más propensos a errores”.
Lo que explican David Rock y Heidi Grant en un publicación de Harvard Business Review es que “al romper la homogeneidad en el lugar de trabajo, las personas pueden tomar más conciencia de su propio potencial y dejar a un lado los sesgos que provienen de maneras de pensar arraigadas que ciegan frente a la información y, por añadidura, impulsan comportamientos erráticos en la toma de decisiones”.
Procesar esos hechos con más cuidado
Los científicos creen que los equipos diversos pueden superar a los homogéneos en virtud de que la toma de decisiones es fruto de que se procesa la información con más cuidado porque se revisan las cosas desde diversos puntos de vista.
También son más innovadores
La diversidad -sugieren los autores del texto- también impulsa la innovación. Por ejemplo, “en un estudio publicado en Innovación: gestión, política y práctica, los autores analizaron los niveles de diversidad de género en los equipos de investigación y desarrollo de 4.277 empresas en España. Utilizando modelos estadísticos, descubrieron que las empresas con más mujeres tenían más probabilidades de introducir innovaciones radicalmente nuevas en el mercado durante un período de dos años”.
Entonces, David Rock y Heidi Grant afirman que aun cuando muchas veces es más cómodo trabajar con personas con conductas culturales similares, “contratar a personas que no miren, hablen o piensen como usted puede permitirle salir del estancamiento de la zona confort y promover un pensamiento innovador”.
En pocas palabras, enriquecer su grupo de empleados con representantes de diferentes géneros, razas y nacionalidades es clave para impulsar el potencial intelectual conjunto de su empresa. La creación de un lugar de trabajo más diverso ayudará a controlar los prejuicios de los miembros de su equipo y a hacer que cuestionen sus suposiciones, concluyen.