Steve Krouskos, vicepresidente global de EY, dice que “está surgiendo un nuevo tipo de trabajador – más móvil, con sus propias aspiraciones profesionales. Y que, simultáneamente, los nuevos enfoques de recursos, como la automatización, la mejora de las habilidades y los servicios administrados, pueden permitir la creación de un ecosistema de talentos que combine estos nuevos segmentos de empleados con nuevas formas de trabajar. Esto puede evitar lo que el New York Times ha llamado, tu propia «gran renuncia”, mientras impulsas un salto sísmico en la productividad de los empleados”.
El asunto, y con la certeza de que el factor humano es ampliamente reconocido como una parte clave de la transformación, o acaso la medular, es trazar un plan de acción que permita tener la claridad de que las personas que trabajan en un determinado lugar sientan que aquel es “su” lugar.
Krouskos afirma que el mercado laboral actual tiene ciertas características, las cuales es esencial tener en cuenta a la hora de implementar mejoras que propicien la identificación con el lugar en donde se trabaja. Habla de que la mano de obra tradicional está envejeciendo y abandonando el mercado, de que la próxima generación está buscando nuevos objetivos profesionales, de que el aumento de la volatilidad plantea desafíos para la gestión de la fuerza laboral y que el mundo se está volviendo más dependiente de los trabajadores digitalmente calificados.
Pues bien, desde su mirada, existen cinco pasos para avanzar hacia un modelo de gestión de recursos humanos que fomente la retención de talento e impulse la transformación operativa.
1. Adoptar una nueva mentalidad – asegúrate de que la experiencia de las personas tenga un enfoque en el cliente.
Acá plantea segmentar la fuerza laboral en grupos basados en niveles de habilidad, movilidad y objetivos profesionales. “Venda sobre la base de toda la experiencia del empleado, no solo sobre el precio”, dice.
2. Combinar nuevos tipos de empleados con nuevas formas de trabajar – crea un ecosistema de talento.
La propuesta sobre este punto es no limitarse “a ofrecer puestos de trabajo, sino aprovechar las nuevas tecnologías para crear entornos de trabajo que se ajusten a las necesidades del empleado. “Para tareas altamente repetitivas y de bajo valor, la automatización puede ser la solución. Por otro lado, la mejora constante de las habilidades puede cubrir puestos escasos y de alto valor”.
En el fondo, es un error pensar en un modelo de trabajador en vez de un mosaico de tipos de empleo que sacan lo mejor de cada trabajador.
3. Liderar las aspiraciones profesionales.
En concreto, sostiene que “los mejores empleados se sienten atraídos por el respeto de sus pares, por un entorno de trabajo que les permita hacer lo mejor posible y un sentido de propósito social en su trabajo y en su empresa”.
4. Construir una fuerza laboral más resiliente y ágil para navegar en tiempos de incertidumbre.
Aquí de flexibilidad ante situaciones como que hay empleados que quieran seguir trabajando a distancia, por encargo o de manera híbrida.
5. Buscar fuera de la empresa para obtener el talento que necesitas.
Dice que la transformación hacia modelos de trabajo híbridos, combinada con nuevas plataformas tecnológicas, crea oportunidades para sacar provecho del talento de terceros. Hay tareas que perfectamente se pueden externalizar.