A diario, podemos constatar lo difícil que puede ser motivar a empleados que han extraviado el sentido de lo que hacen. Esto porque cada persona, con su propia biografía de vida, es un ser que responde a distintos tipos de estímulos; lo que quiere decir que el líder de un equipo muchas veces debe ser un motivador a la medida de cada colaborador.
Y si a esto le agregamos que los propios líderes enfrentan en carne propia lo extenuante de sus labores, de la carga de trabajo, la cosa se pone cuesta arriba. Algo parecido a la piedra que empuja Sísifo por toda la eternidad y con el resultado que ya todos conocemos.
Por eso, cuando la estrategia de motivación se sostiene en la lógica de la zanahoria y el palo; vale decir, zanahoria como recompensa y palo como “premio” al incumplimiento, lo más probable es que, como líderes, seamos los únicos motivados.
La pregunta que debemos formular entonces es ¿por qué no considerar otra forma de motivar a los empleados?
La consultora Lisa Lai entrega algunas luces sobre la respuesta propicia en un artículo para Harvard Business Review. Y para ello propone cuatro claves.
Comparta el contexto y dé relevancia
Tal vez no exista motivación más grande para una persona que entender que su trabajo es importante y significativo más allá de una cuestión meramente económica o financiera. “Para motivar a sus empleados, comience por compartir el contexto sobre el trabajo que les pide que hagan. ¿Qué hacemos como organización y como equipo? ¿Por qué lo hacemos? ¿Quién se beneficia de nuestro trabajo y cómo?” dice Lai.
Anticiparse a los obstáculos que entorpezcan el desarrollo personal
Los obstáculos, explica Lai, pueden afectar la motivación de un trabajador. Esto se debe a que hay cargas laborales desproporcionadas o interrupciones innecesarias. “Sea proactivo al identificarlas y abordarlas”, plantea.
Reconozca las contribuciones y agradezca
Es muy significativo reconocer las contribuciones para que los empleados se sientan reconocidos y valorados. Y, en ese sentido, se comete el error de subestimar el poder del reconocimiento.
Evalúe qué es lo que lo motiva a usted mismo
“¿Qué pasa si ha hecho todo lo anterior pero todavía tiene dificultades para motivar a los demás?” se pregunta Lai. Y lo que responde es que quizá usted mismo, como jefe, debe evaluar su motivación.
“Los empleados sintonizan con el hecho de que sus jefes tengan una conexión genuina con el trabajo. Si no está comprometido y entusiasmado con su empresa, su equipo o el trabajo que realiza es poco probable que motive a los demás”, explica Lai.
Para ella entonces, “la conclusión es no basarse en métodos y estrategias obsoletas para motivar a los empleados. Hable con su equipo sobre la relevancia del trabajo que hacen todos los días. Sea proactivo en la identificación y resolución de problemas de sus empleados. Reconozca las contribuciones de los empleados de formas específicas y significativas de forma regular. Conecte con su propia motivación y compártala libremente con su equipo. De esta manera, pavimentará el camino para liderar un equipo muy motivado”.